martes, 17 de agosto de 2010

Chupar el néctar de naranja de tu boca,
despertar los dormidos poros de tu piel,
penetrar la cavidad con agua pura
para llenar tu cántaro solícito de misterio,
desplegando las velas como un barco
que se aleja hasta el final de tu locura.
Morir contigo viendo el horizonte
en ese mar donde nada se parece
a nuestro rayo de luz que muere
paladeando hasta la última gota del deseo.

1 comentario:

  1. Me llegó al alma...
    Yo también quiero de ese néctar.
    Bellos son tus poemas Vicente.
    Me gustará seguir leyéndote.
    Un beso!

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