martes, 9 de noviembre de 2010

El reloj marca horas falsas
No, no existe el Tiempo
Hemos inventado esta palabra
para derramar en ella esa sensación
de que vamos perdiendo algo
a cada instante,
para retener en calendario de cenizas
la memoria de la niñez perdida,
y los abrazos y las miradas
que una día nos pertenecieron
Habitamos este cuerpo
y, al final, penetraremos otros mundos
otra nueva claridad

La eternidad nos envuelve
y no nos damos cuenta

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